La retina es la zona del ojo encargada de formar las imágenes que se envían al cerebro.
El ojo es uno de los principales órganos afectados por la diabetes y la Retinopatía Diabética es una complicación vascular asociada en la que se deterioran los pequeños vasos sanguíneos de la retina. Con el paso del tiempo y la progresión de la enfermedad, se producen cambios estructurales en los vasos sanguíneos de la retina que los hacen incontinentes, permitiendo que el líquido sanguíneo (sangre y agua) se filtre en la retina o la mácula (Edema Macular Diabético), afectando a la circulación sanguínea en la retina y pudiendo causar pérdida de visión y ceguera.
La retinopatía diabética es conocida como la principal causa de ceguera en adultos de entre 20 y 70 años.
La prevención y el diagnóstico precoz de esta patología son esenciales para que su oftalmólogo, con los medios actualmente disponibles, pueda intentar revertir o detener su progresión.
Paquetes de 25 pruebas y 50 pruebas.
Casete de prueba envuelto individualmente / Desecante / Pipeta desechable / Tampón.
Sangre total, suero o plasma.
El 14 de noviembre de 2019, Día Mundial de la Diabetes, la Federación Internacional de Diabetes publicó cifras que revelan un alarmante aumento de la prevalencia de la diabetes, con referencia a la existencia de 463 millones de adultos con diabetes en todo el mundo.
En Portugal, la «diabetes» afecta a más de 1 millón de personas en edad de trabajar y está en constante crecimiento, estando la prevalencia de la retinopatía diabética directamente relacionada con la prevalencia de la diabetes.
Debido a su enfermedad, los diabéticos tienen más probabilidades de quedarse ciegos que el resto de la población.
El grupo RETINODIAB (Associação Protetora dos Diabéticos), a partir del análisis del programa de cribado implantado en la región de Lisboa y Valle del Tajo, señala una prevalencia de RD entre los diabéticos del 16,3% y entre ellos, 971 pacientes tenían RD Proliferativa.